Tiempos de pandemia. Me 'perimetraron'

 

Querida Madrina:

Tenía tiempo sin escribirte. Acá en España seguimos con el tema del coronavirus y cada vez está peor para mí, pero no por el número de personas contagiadas, que sí, madrina, ha aumentado mucho, sino porque cada vez entiendo menos el idioma que hablan los periodistas y políticos acá en España. Dirás que eso es raro porque se habla castellano, pero te juro que no lo entiendo. Tenemos un idioma común que nos separa mucho. Parece que hablo enredado, pero ya te lo aclaro.

Enciendes la tele y hablan de estado de alarma, estado de confinamiento, estado de excepción, estado de sitio, estado de emergencia, pero no hablan de los estados sólido, líquido y gaseoso que son los que nos enseñan en la escuela. Mencionan que vivimos la “primera ola” y “la segunda ola”, pero Madrid no tiene playas, y no sé si es que se refieren a que hacen la ola en un estadio olímpico, o que ellos, por razones desconocidas, están gozando una ola y parte de la otra o que están surfeando quién sabe dónde.

Hablan de “unidad familiar”, “unidad de convivencia” y “unidad comunitaria” pero no de unidad, decena y centena y, de paso, las unidades no son iguales. Usan los términos “distancia social”, “distancia de seguridad”, “distancia de socialización” y “distancia sanitaria”, pero, madrina, no tienen relación con el comercial de trajes para caballeros aquel que decía: “Trajes Montecristo, distancia y categoría”.

La alcaldesa de Madrid dijo que estaban “perimetrando” a la Comunidad,  y yo no sé si eso es algo bueno y hasta me da miedo. ¿Y si me “perimetran” cuando esté descuidado? ¿Y si una chica llega tarde a su casa porque la estaban “perimetrando”, qué le dice a sus padres? ¿Y si yo no quiero que me “perimetren”, puedo oponer resistencia o debo relajarme? También habló de un cierre perimetral, cierre de barrios  y cierre de los bares en horarios que aplican en una acera pero no necesariamente en la de enfrente, y yo ya no sé qué debe estar cerrado o por cuál acera puedo caminar, porque ni con tiza marcan la rayas para que uno se entere. Tenemos confinamiento, pero depende de si estás en un barrio “perimetrado” o no.

Seguimos usando las mascarillas quirúrgicas de manera “obligatoria” –dicen que para prevenir contagios de la Covid-19– pero si fumas o te colocas un cigarrillo en la boca no es necesario usarla, supongo que porque al coronavirus no le gusta ver al tabaco ni en pintura, o le desagrada el aliento de los fumadores. Quienes están llevando la peor parte de la locura de términos en español son los fallecidos, porque los obligan a resucitar. Un día el vocero del ministro de sanidad dijo que habían muerto, pero luego aclaró que no eran esos los fallecidos de verdad y ahora los volvió a incluir como fallecidos, y sí, ahora están muertos… quién sabe por cuánto tiempo. Pobrecitos los fallecidos, que los tienen en esa angustia de muérete, levántate y vuélvete a acostar.

Madrina, creo que tendré que aprender a hablar otro idioma porque me está costando entender el español de España, a lo mejor es más fácil el mandarín. Por lo pronto cuídate mucho, porque “la bola pica y se extiende”.

Alcorcón, 11-11-2020